8 de julio de 2008

Hoy he Soñado…

Hoy he soñado y me he despertado llorando. Soñé un sueño de venganza y un sueño de dolor. Soñé un sueño de malicia. No me gustó el espejo iluminado por el sueño.

Los espejos nocturnos son como el retrato de Dorian Grey. Romperlos entraña más que siete años de mala suerte. Ignorarlos es permitir que se claven en el corazón. No queda, tal vez, alternativa más que mirarlos y desentrañarlos, descubrirnos en la ruinosa faz que nos muestran. Tal vez así podamos recuperar nuestro reflejo.

Decido ignorar, por supuesto, la otra alternativa. Quedar fascinado por el reflejo y emularlo, tal como hiciera el personaje de Wilde.

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